30 julio, 2006
Masa
28 julio, 2006
"La Señora Guapa"
Siempre me gustó este edificio. De pequeña me quedaba unos segundos hipnotizada mirando los bustos que lo adornan cada vez que pasaba por ahí. Y la verdad es que no eran pocas veces, ya que la casa de mis abuelos estaba a escasos metros, en la Calle Riego de Agua, la otra entrada a la Plaza de María Pita.
Hace algún tiempo me comentaron que las caras estaban inspiradas en una joven un poco "ligera de cascos" de la cual el arquitecto se había enamorado y que también fue su musa inspiradora en otro edificio modernista de la Plaza de Lugo.

27 julio, 2006
26 julio, 2006
PHOBIA
25 julio, 2006
Belle de Jour (o lo que se esconde dentro de la caja)

Sévérine (la gélida Catherine Deneuve) vive una aburrida, rutinaria e insatisfecha vida de casada hasta que descubre el mundo de la prostitución diurna. La protagonista, comenzará de esta forma a llevar una doble existencia al ingresar en la casa de citas de madame Anaïs...
Con esta película Buñuel demuestra otra vez un genial tratamiento de la aparente realidad burguesa y sus conflictos con el Deseo (en toda y cada una de sus acepciones), que convierte a éste en algo oscuro y desestabilizador de la condición humana. Por ello, el director enfrenta constantemente realidad y fantasía durante todo el metraje de la película mediante salpicaduras de símbolos oníricos y pinceladas de fantasías eróticas para arrastrar por medio de los convencionalismos sociales a su protagonista hacia un trágico final.
22 julio, 2006
El Extaño Encanto De La Muerte En La Infancia

Su obra es la propia de un ilustrador inclinado hacia lo macabro y que se apoya tangencialmente en un personalísimo humor negro tomado de la época victoriana (aunque siempre con pequeños toques de surrealismo, con reminiscencias del simbolismo y de la novela gótica).
En sus ilustraciones reflejó todas sus pasiones (ya que fue un adorador confeso de los gatos, del ballet, de la literatura, el teatro, las marionetas y del cine) pero sobre todo nos regaló ese sello tan personal suyo… ese sabor de boca a nostalgia y a infancia pasada.
Para muchos solamente es tenido en cuenta (de forma muy injusta) como el predecesor de Tim Burton. Pero la verdad es que, Gorey fue autor de un centenar de libros ilustrados e ilustrador de otros sesenta (para Chesterton, Henry James, H.G. Wells, Kafka, Bradbury, Kierkegaard o Poe entre otros).
Su obra no llegó al gran público hasta que fue publicada en forma de 4 antologías (que en España, han sido publicadas tres de ellas por la editorial Valdemar)
21 julio, 2006
Quiero Vivir En Un Cuento De Hadas





Aunque quepa la posibilidad de que un día, a media noche, todo cambie de repente...

Aunque siempre me atragante con la misma jugosa manzana...
(fotos de Eugenio Recuenco)
19 julio, 2006
Las chimeneas de las hadas

Se formaron cuando el agua de las inundaciones, al abrirse camino en las inclinadas laderas, causó el desprendimiento de rocas y la aparición de profundas grietas. Estos movimientos retroactivos originaron que la capa inferior del estrato formara a lo largo de los años y con el desgaste, unos cuerpos cónicos que estaban coronados por unos sombreros de mayor dureza y por lo tanto más resistentes a la erosión que correspondían a la capa superior.

Muchas de estas rocas se usaron como viviendas durante tiempo, por eso en su interior encontramos habitaciones con ventanas y escaleras talladas. Hoy por hoy sólolo se muestran a los turistas, y alguna se ha convertido albergue.
17 julio, 2006
Inventario De Los Deberes Del Bebedor De Té

2. El bebedor de té debe favorecer la noción de armonía y respeto anes sde empezar a preparar el té.
3. El bebedor de té prepara su bebida favorita en silencio.
4. El bebedor de té elige el té en función del momento de la jornada en que va a beberlo y los invitados con quienes lo tomará, antes de emplear un servicio de té que le corresponda.
5. El bebedor de té cuida de emplear un agua particular para la infusión: filtrada o mineral, pero lo menos mineralizada posible.
6.El bebedor de té calientea el agua en una cacerola o un hervidor eléctrico sin que la temperatura supere los 95 grados. El agua debe estar en el punto de ebullición, y no hervir, para no quemar las hojas del té.
7. El bebedor de té escoge una tetera adaptada al té empleado (cerámica, loza, porcelana o fundición).
8. El bebedor de té prefiere emplear cada tetera para un tipo de té específico. Una tetera para los tés negros de la India y Ceilán, otra para los tés negros (no ahumados) de China, otra para los tés verdes japoneses, y otra para el Earl Grey o el Sabor Ruso (té con siete cítricos).
9. El bebedor de té tiene cuidado de calentar el fondo de la tetera unos instantes (echando agua caliente en el interior y retirándola a continuación) para que quede bien impregnada de calor envolvente. Así, las hojas de té dan toda su fuerza en contacto con el vapor que se forma.
10. El bebedor de té echa dos o tres cuchadaritas (de café) de té aproximadamente (tres gramos como mínimo) en el filtro de té (de algodón o papel) que coloca en el interior de la tetera.
11. El bebedor de té echa entonces el agua caliente sobre las hojas de té que hay en el filtro y las cubre bien antes de poner encima la tapadera de la tetera.
12. El bebedor de té calcula el tiempo necesario para la infusión, en función del té fermentado, verde o semifermentado que utilice. Puede calcular el tiempo con ayuda de un cronómetro. Ese tiempo varía entre 2 minutos para algunos tés semifermentados, 3 minutos para un té negro o algunos tés verdes, 7 minutos para un gran Oolong o 15 para un té blanco de China.
13. El bebedor de té toma un primer sorbo para probar el té preparado. Si no es de su agrado, puede decidir tirarlo, o bien, si lo encuentra demasiado "flojo", prolongar la infusión. Puede echar el té en una o dos tazas y volverlo a echar de inmediato en el filtro de la tetera para que se agiten ligeramente las hojas. Entonces prueba nuevamente la infusión.
14. El bebedor de té, una vez ha decidido detener la infusión, retira el filtro de té y sirve entonces a sus invitados cuidando de no llenar las tazas más que hasta los tres cuartos, o incluso la mitad en el caso de algunos grandes tés de China (preferiblemente en boles minúsculos) para permitirle expresar todos los aromas.
15. El bebedor de té cuida atentamente que cada invitado sea servido o pueda repetir cuando lo desee.
(Extraido de "Pequeño tratado del té" de Gilles Broachard)
15 julio, 2006
14 julio, 2006
Collage
Todo un día ante mí su puerta abierta en la que nadie lee el
destino
Todo un día de mil y mil detalles inolvidablemente olvidados
Todo un día que comienza en su herida y yo ignoraré
siempre
Si tuve frío si tuve hambre si tuve pena si
Ah moverse por qué moverse cambiar de lugar ir descender al
fondo del agujero qué
Necesidad tengo de moverme de mirar la botella y el desorde
No sé siquiera si es aquí o es allá donde ha cambiado el gris
menos gris un auténtico
Insulto y todos los gestos maquinales maquinalmente hechos
Había sol en otro barrio de la ciudad
Fantásticamente vacía ni se sabe hasta qué punto puede una
ciudad
Estar vacía
Y sin palabras No hubiera
Creido nunca a París capaz de esto
Capaz aquel día
Este es un estracto de "Habitaciones. Poema del tiempo que no pasa" (1969) de Louis Aragon cuando el poeta contaba ya con 72 años. Uno más tarde, la muerte de Elsa Triolet, su compañera inseparable, sumiría al poeta en un silencio del que sólo, tras su propia muerte en 1982, se rescatarían algunos textos. "Habitaciones" es un testamento, una confesión de indignidad, la última palabra del superviviente en la antevíspera del naufragio, memoria total recreada de una navegación larga y tortuosa, a la puerta de la oscuridad más absoluta, cuando el poeta no tiene ya otra cosa que invocar que no sean la muerte, el silencio y el olvido. Aragón que sobrevivió al surrealismo, al sueño de la Revolución y al despertar de Stalin, a Breton, a la esperanza, a Eluard...a Elsa incluso, fue un superviviente también de sí mismo al que sólo el espejo acompañaba, ese espejo gris en el que no se es más que una lágrima que cae muy lenta,camino de la nada.
13 julio, 2006
Pasear...

Ophelia, de su melodioso canto a su turbia muerte
