Lisboa, A Las Orillas Del Tajo
La visita a Belem la verdad es que fue muy agradable, supongo que la buena compañía de Ele, Cris y Carlos, ayudó a que el calor fuese más soportable y no lo digo sólo por el aire acondicionado del coche, que también ;P (si llegamos a hacernos el paseito que teníamos previsto desde el centro de la ciudad andando, creo que aún seguiría en cuidados intensivos debido a la insolación).
La Torre de Belem (1515) es un claro ejemplo del típico estilo manuelino lisboeta, que por lo que he leído por ahí, en su momento sirvió como centro de recaudación de impuestos para poder entrar a la ciudad.
En Belem también está el Monumento de los Descubrimientos, construído en 1960 para conmemorar el 500 aniversario de la muerte de Enrique el Navegante. La verdad, es que personalmente me pareció bastante feuco, pero aún así os dejo este par de fotos. 
Decir, que según las guías turísticas, es imprescindible probar antes de irse uno de los famosos pastelillos de nata (marca registrada of course!). Y tod@s lo hicimos como buen@s guiris sin demasiado esfuerzo.
Despues de retomar fuerzas y pelearnos por quien se tomaba el último pastel nos fuimos al Monasterio de los Jerónimos. Este monasterio, también de estilo manuelino, aunque en su interior hay elementos renacentistas, se comenzó a construir en 1502 y no se terminó hasta 70 años más tarde.
Si el monasterio ya impacta por fuera, la verdad es que por dentro impresiona más. Dentro del entramado de naves decoradas con un abigarrado estilo manuelino, se encuentra la capilla mayor de estilo renacentista. Para ver su claustro (de dos pisos) hay que pagar y la verdad es que mientras escribo me estoy arrepintiendo de no haberlo hecho, pero bueno, tocaban otras visitas.
En el interior están enterrados reyes, personajes como Vasco De Gama (el monasterio se erigió para conmemorar su regreso de la India) y poetas como Pessoa y Camoes (foto).
La visita a Belem la verdad es que fue muy agradable, supongo que la buena compañía de Ele, Cris y Carlos, ayudó a que el calor fuese más soportable y no lo digo sólo por el aire acondicionado del coche, que también ;P (si llegamos a hacernos el paseito que teníamos previsto desde el centro de la ciudad andando, creo que aún seguiría en cuidados intensivos debido a la insolación).
La Torre de Belem (1515) es un claro ejemplo del típico estilo manuelino lisboeta, que por lo que he leído por ahí, en su momento sirvió como centro de recaudación de impuestos para poder entrar a la ciudad.
En Belem también está el Monumento de los Descubrimientos, construído en 1960 para conmemorar el 500 aniversario de la muerte de Enrique el Navegante. La verdad, es que personalmente me pareció bastante feuco, pero aún así os dejo este par de fotos. 
Decir, que según las guías turísticas, es imprescindible probar antes de irse uno de los famosos pastelillos de nata (marca registrada of course!). Y tod@s lo hicimos como buen@s guiris sin demasiado esfuerzo.
Despues de retomar fuerzas y pelearnos por quien se tomaba el último pastel nos fuimos al Monasterio de los Jerónimos. Este monasterio, también de estilo manuelino, aunque en su interior hay elementos renacentistas, se comenzó a construir en 1502 y no se terminó hasta 70 años más tarde.
Si el monasterio ya impacta por fuera, la verdad es que por dentro impresiona más. Dentro del entramado de naves decoradas con un abigarrado estilo manuelino, se encuentra la capilla mayor de estilo renacentista. Para ver su claustro (de dos pisos) hay que pagar y la verdad es que mientras escribo me estoy arrepintiendo de no haberlo hecho, pero bueno, tocaban otras visitas.
En el interior están enterrados reyes, personajes como Vasco De Gama (el monasterio se erigió para conmemorar su regreso de la India) y poetas como Pessoa y Camoes (foto).
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