Una zona importante del centro de Lisboa es la parte baja (Baixa). Es un tablero de ajedrez plano de calles, muchas de ellas peatonales. La Baixa, entre la Plaza del Comercio (una pena de fotos porque estaba en obras) y el Rossio, fue reconstruída después del terremoto de 1755 en el estilo clasicista de las postrimetrías del siglo XVII.
En el Rossio se encuentra el Elevador de Santa Justa (1902) de estilo neogótico y une el Barrio de la Baixa con el de Chiado y es el único vertical de la ciudad.
La Plaza del Rossio ha sido desde tiempos medievales el centro neurálgico de la Baixa. Rodeada de comercios, restaurantes y hoteles, algunas de sus tiendas y cafés datan del siglo XVIII, ya que hubo de reconstruirse tras el terremoto.
Al comienzo de la Avenida de la Liberdade se encuentra la Plaza de Restauradores, que al contrario que la Plaza de Rossio es una sencilla plaza de forma rectangular con tráfico de coches constante, donde toda su ornamentación reside en el gran obelisco central que conmemora la independencia de Portugal frente a España en 1640, luego de sesenta años de dominación.
Al final de la Avenida se encuentra la plaza en honor del Marqués de Pombal, que reconstruyó la ciudad tras el terremoto.
Tras esta plaza, está el parque de Eduardo VII, al que nos dirigimos para visitar las estufas, pero, oh que pena, estarán cerradas hasta Febrero del año que viene.
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