Coliseo

Ya estoy de vuelta.

Elegir fotos de este viaje para subir al blog va a ser complicadísimo. He sacado cientos!! Además, por cuestiones de trabajo tengo muy poco (poquísimo!) tiempo para comentarlas. He decidido empezar por el Coliseo porque fue lo primero que vi (el hotel estaba en una calle adyacente)

Creo que cuando más me gustaba verlo (admirarlo!) era de noche. Apenas había gente y sentarse un rato antes de llegar al hotel después de andar tooodo el día era una gozada.

Por dentro impresiona mucho. El simple hecho de imaginarse a 50.000 almas allí metidas viendo los espectáculos y gritando impone bastante, la verdad.

Antes de irme a Roma, le pregunté a Irene si valía la pena pagar para entrar a verlo.Me dijo que si, pero que tenías que imaginártelo tal cual fue, no como unos restos de piedras. Y realmente vale la pena leer un par de cosas antes de entrar , para así meterte "en el ajo" y verlo como si estuviese en todo su esplendor (y por ahí salían las bestias y ahí estaba el toldo, y esos eran los ascensores y ahí el César bajaba el pulgar...). Ya sabeis, si os queda un día de camino, entrad!, pero antes os leeis algo de historia, o contratais a un guía u os veis Gladiator ;P