La colina de Wawel, sede de la fortaleza de Cracovia, es el promontorio rocoso más famoso de todo el país. Se puede afirmar que aquí, en el punto más alto sobre el Vístula, nació la ciudad.
La historia de esta imponente construcción se remonta al año 1000. En su origen era un castillo de estilo gótico, aunque fue profundamente reformado entre 1506 y 1537 bajo la dirección de arquitectos italianos.
Es un edificio de tres plantas, adornado con arcadas y pórticos renacentistas, formado por cuatro alas que rodean un patio central.
Entre la multitud de obras de arte que alberga, destaca una colección de tapices flamencos elaborados en Bruselas en la segunda mitad del siglo XVI. De una belleza particular es la Sala de los Diputados, con la original decoración del techo, cuyos artesones de madera presentan tallas de cabezas humanas policromadas. Otras secciones separadas del castillo abiertas al público incluyen los Apartamentos Reales, el Tesoro y el Arsenal. Además hay una impresionante colección de arte oriental y turco...(lo siento pero era imposible sacar fotos en el interior del palacio, las visitas estaban muy controladas). Aquí también nos encontramos la enigmática Guarida del Dragón, una cueva a la que se accede bajando por una laaaaaaaarga escalera en espiral (ver foto con cara de claustrofobia contenida). Dice la leyenda que es en este lugar en el que supuestamente el príncipe Gracchus (Krak) mató a un feroz dragón y fundó la ciudad que lleva su nombre.
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